Las mil y una noche (al-ayla wa-Layla -Las mil y la noche una-) no sólo se erige como una obra fundamental de la literatura de oriente, sino que como un clásico de la literatura universal. Condensando una serie de tradiciones indias, iranias y árabes, el texto nos hace viajar por las arenas del tiempo de la mano de los relatos de Scheherezade, cuyo relato es el marco fundamental de la obra. Lleno de tradiciones folklóricas que incorpora la existencia de genios, efrits y otros seres portentosos, centra su atención en el destino fausto e infausto de sus protagonistas. Este último, siempre desde el punto de vista del éxito o la calamidad, según él obrar de los protagonistas. A su vez, estos últimos tamizados por visiones arquetípicas que definen sus comportamiento. En suma, un mosaico que muestra las complejidades que revisten los intereses de los hombres y la fortuna para llevarlos a la realidad.

Si bien nuestro conocimiento popular nos lleva a relacionar la obra con Aladino, Simbad o la historia de Alí Baba, hay que decir que ninguno de ellos comparece en la edición original, siendo incorporados en las ediciones más tardías de la obra.

¿Se puede contar la historia de un sobreviviente de Auschwitz en el lenguaje del Cómic? Contraviniendo toda una tradición, Art Spiegelman reconstruye el horror nazi: ahora los judíos serán ratones y los alemanes gatos. Imposible resistirse a este clásico de la novela gráfica.

Quisiera recomendarles uno de los relatos más bellos que he leído, El hombre que pudo reinar de Rudyard Kipling. Nuestra biblioteca posee, además, una edición ilustrada por Fernando Vicente que incrementa doblemente su encanto. A diferencia de otros relatos o novelas de Kipling, esta historia no se desarrolla principalmente en la exótica India de finales del siglo XIX –cuando era todavía una colonia británica–, sino en los montañosos territorios de la actual Afganistán. Hacia allá parten dos pícaros llamados Daniel Dravot y Peachie Carnehan, antiguos suboficiales del ejército inglés, encandilados por el deseo de hacer fortuna y convertirse en reyes gracias a su valor y habilidades en el arte de la guerra. Daniel Dravot, confundido con una reencarnación de Alejandro Magno, lo conseguirá por algún tiempo, viviendo a continuación una aventura conmovedora que nos habla sobre el coraje, la amistad y la ambición; pero también acerca de los peligros del autoritarismo y de los fanatismos religiosos.

¿Cómo un país de tantos colores, diversidad de pueblos y religiones pudo haber caído en lo más hondo del terrorismo? Pues la historia de vida de dos niños, te irán envolviendo hasta responderte esta pregunta. Con su protagonista Amir, un niño de clase alta de la década de los 70´s en Kabul, que junto a su sirviente y fiel compañero desde que nació, Hassan, un niño perteneciente a la tribu “hazara”. Estos dos niños y sus padres, que contrastan por su origen y clase social, estarán unidos por una profunda amistad, especialmente, por la servidumbre y extrema lealtad de Hassan hacia Amir. Pero que tendrá un vuelco inesperado cuando éste último decide participar en la tradicional competencia de cometas de la ciudad, para al fin, demostrarle a su padre que es todo un hombre. Sin embargo, el aprovechamiento de la extrema lealtad de Hassan y la cobardía, hizo que ésta amistad se quebrantara, marcando la vida de Amir para siempre. Finalmente, esta novela no tan sólo es para entender el proceso histórico que vivió Afganistán hasta caer en las garras del Talibán, sino también para sensibilizarse sobre una tierra lejana, el sufrimiento de la guerra y el dolor perpetuo que puede llevar un infante hasta sus últimos días…Está novela es un grito de empatía hacia los refugiados y hacia valores inquebrantables de la vida: la amistad.

Varado en un aeropuerto, sin comunicación posible con el exterior y con hordas de personas violentas que no se detienen ante nada con tal de matar a quien tengan en frente. En esta situación se encuentra el protagonista de Cell luego de que «algo» afectara a todos quienes utilizaban su celular. Un thriller lleno de suspenso y de terror que nos hace cuestionarnos hasta donde existe el humano y cuándo comienza el animal, especialmente cuando tu objetivo es ver de nuevo a tu familia

Pedí el libro para mi hijo de 7 años, que quería aprender los símbolos de escritura japonesa. Resultó ser un simpático resumen de la estadía por 6 meses de los autores en Japón, que muestra los aspectos centrales (y llamativos) de esa cultura

El mundo va de mal en peor» parece ser un mantra que escuchamos constantemente no sólo en los medios, sino en la boca de nuestros iguales. «En Defensa de la Ilustración» viene, con datos en mano, a destruir esa frase punto por punto. ¿Vivimos en un mundo en guerra o en el más pacífico de la historia? ¿Hay muchos pobres o cada vez menos? ¿Es cierto que la desigualdad aumenta en el mundo? Y todavía más, ¿qué tiene de cierto que nuestros congéneres son cada día más infelices? Steven Pinker invita a observar el mundo con ojos decuriosos, y maravillarnos con lo muchísimo que ha avanzado la Humanidad en los últimos trescientos años. Sin embargo, no se contenta con lo bien que nos va: nos podría ir mucho mejor, siempre que sigamos abrazando la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso.

«En Defensa de la Ilustración» es un libro para cada uno de nosotros, porque somos todos los que caemos en malos augurios y necesitamos algo de información para alejar esos oscuros fantasmas.

Que el fútbol es una religión no cabe duda, y el Dios cambia según la época. El autor recoge sus vivencias futboleras de las décadas de los 80 y 90 para con su particular estilo de fanático plasmarlo en este gran libro. Villoro logra atraparte y transportarte al mismo campo de juego para ser quien de una posición privilegiada ve a Maradona convertirse en Dios y luego caer al infierno. Ronaldinho, Ronaldo, Zidane, Figo, Cruyff, Zamorano, Raúl, Valderrama y muchos más vuelven a las canchas en este entretenido libro que no puede dejar de leer quien ama el fútbol… y quien lo odia.

Sobrecogedor diario en que el poeta y artista visual chileno Gonzalo Millán da cuenta de su iluminador camino hacia la muerte. Una aventura cotidiana, un viaje interior y exterior que nos permite dimensionar que hasta en los detalles más insignificantes yace nuestra vida entera.

Un hermano muerto» es una recopilación de cuentos que nos lleva a lo más profundo de la persona, a través de un ambiente fuertemente teatral, desde los pensamientos de una mujer que describe su vida, su cicatriz, su habitación, su viaje a París, una muerte, un cuchillo y una carta, hasta un sincero y didáctico diálogo entre Renée y la actriz. El libro nos presenta constantemente undentro-fuera de personaje, actriz y persona, al mismo tiempo en que es generoso al posibilitarnos ingresar por unos minutos dentro de cada protagonista, dialogar con ellos y lo más profundo de su ser. Saltar una ventana, mirar la sombra de un árbol y dar un beso adquieren en cada reflexión un nuevo significado; a veces alegre, normalmente oscuro.

Una carta, una actriz y teatro. ¿No es acaso la muerte maravillosa?

Estás en tu “elemento” si las cosas que haces te encantan y se te hacen fácil. El tiempo pasa volando, te entrega energía, te relacionas con gente a fin… El libro comienza con una serie de entretenidos ejemplos de personas que les gustaba algo particular y lograron vivir de esto. Entonces, desde sus primeras páginas, hace que realices una autoevaluación de algunas decisiones que has tomado en la vida, las cosas que haces y las cosas que estás haciendo para lograr estar en tu elemento.

También, hace tomar conciencia de que pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en otras personas, para que encuentren su “elemento”. Esto es muy importante y trascendental si estás en el mundo académico.

Es un libro muy entretenido y atractivo, porque independiente de que sea un homenaje a Frankenstein de Mary Shelley, cada relato ofrece una visión particular de la monstruosidad y el terror. El lector se encontrará con diversas miradas sobre miedo: criaturas intergalácticas, asesinos seriales, niños-monstruos, madres vengativas e incluso mascotas atroces. Confieso que algunos de estos relatos me causaron pesadillas.

¿Cómo sería el mundo si la bomba atómica hubiese sido lanzada por los alemanes? En esta novela seudo policial no se responde a esta pregunta, pero la gran aventura que narra nos mantiene lo suficientemente entretenidos como para no pensar en ello en pleno contexto dela Segunda Guerra Mundial.

Este 16 de abril se cumplen 30 años desde el estreno de «Mi vecino Totoro» (Hayao Miyazaki) y «La tumba de las luciérnagas» (Isao Takahata), dos de las películas más emblemáticas del estudio GHIBLI. Fundado en 1985, este estudio de animación ha cambiado la industria cinematográfica nipona, adentrándose en temas que evidencian y denuncian, con exquisita belleza, los principales problemas relacionados con la dialéctica entre tradición y modernidad. Starting Point y Studio Ghibli son dos guías fundamentales para entender la importancia de este cine.

La flores del mal del poeta francés Charles Baudelaire explora las relaciones entre la belleza y el mal, dos temas que, aparentemente lejanos, aparecen aquí hermanados de la mano de un hablante poético que indaga en un Paris oculto, alejado de los grandes bulevares y de la grandeza de arcos y monumentos. Baudelaire repara en estos poemas en los habitantes ignorados de la gran ciudad, los observa, recreando poéticamente sus fascinaciones estéticas y sensuales, así como sus miserias y sueños de libertad. En este marco, el poeta crea textos en los que aparece la belleza inesperada de los habitantes de una noche dura y mezquina. A través de un vagabundeo impenitente por las calles de Paris -acaso su mayor gesto de libertad- Baudelaire nos revela los secretos de la ciudad moderna y el dolor y el placer que ésta comporta para nosotros, sus habitantes.

Este libro es por sobre todo un recorrido: por la vida de Parra, por la historia de Chile, por la cultura nacional, por el lenguaje de este país y principalmente por la imaginación de la poeta. En el trabajo de Parra destaca el cuidado de trabajar la forma tanto como el fondo del poema, eligiendo un “pie forzado” de escribir en décima espinela desde las aventuras de su familia en las mudanzas que marcaron su infancia hasta sus presentaciones en Europa como folklorista e investigadora de la tradición rural chilena.

Casi hacia la mitad del libro, Parra nos presenta cuatro décimas que corresponden a las cuatro partes del Velorio del angelito, ceremonia tradicional que busca despedir y ayudar al alma de un niño a subir al cielo. Estas décimas son un gran ejemplo de como el arte y la literatura popular trabaja con conceptos complejos y los aúna en formas que buscan unir la experiencia estética con la vida cotidiana.

“Hoy, siendo el más bendecido

por vos, le pido licencia

para que tenga paciencia

mientras los llama el Vicario;

ya tienen intermediario

que les consiga indulgencia.” (132)

Una de las novelas más interesantes de la narrativa chilena de todos los tiempos es tan sencilla como la historia de un hombre y un niño (con la pequeña diferencia de que este último tiene patas de perro). Una historia realista que reniega de las metáforas y de la fantasía.

uede parecer una sugerencia un poco extraña, pero no voy a elegir un autor o una obra, sino la Antología del cuento Norteamericanoeditada por el escritor estadounidense Richard Ford porque creo que es la mejor selección de cuentos que he leído y muy entretenida para cambiar de tema en vacaciones. Hay cuentos de lo excepcional como el terror, lo sobrenatural o la guerra, y cuentos de lo cotidiano, las relaciones de pareja, la amistad, los vínculos familiares, la experiencia de viajar o incluso sobre lo que significa crecer en distintos contextos y para distintos sujetos. Lo que une los distintos cuentos es algo que quizás no está en los relatos mismos, pero sí en la sensación que dejan: la impostergable necesidad de preguntarse qué pasó, qué es lo que queda sin contar en cada historia y por qué.  La selección además incluye clásicos como Poe o Hawthorne y muchos autores más contemporáneos como Lorrie Moore o el mismo Ford, y otros prácticamente desconocidos en Chile pero muy importantes en la literatura norteamericana y que me gustan mucho, como William H. Gass.

¿Pueden los objetos pasar de mudos testigos a ser el centro de una historia? Esto es lo que propone el ilustrador Roberto Innocenti en su bellísima obra “La Casa”. La Casa es un recorrido desde 1646 hasta 1999. Centrado en las transformaciones de una casa de campo, Innocenti nos lleva por una historia visual bella, sutil y nostálgica.

Siempre recomiendo la lectura de cuentos, porque estos tienen cualidades que las novelas no ofrecen. En primer lugar, su formato, breve y rápido, se amolda al ritmo de vida actual y permite intercalar su lectura con la de otros textos, sin riesgo de perder el hilo. En segundo lugar, su estructura compleja, en la que cada pieza calza a la perfección, nos somete a un exigente ejercicio intelectual, por lo que ayuda a mantener nuestra mente despierta y activa. Si a estos elementos se le suma una pluma impecable y extraordinariamente ingeniosa, como la de Edgar Allan Poe, el panorama es perfecto para estos días en que no podemos salir de casa y necesitamos distraernos.

La insoportable levedad del ser es tanto una novela como un experimento existencial. Tomás es un hombre insatisfecho con su matrimonio que busca la felicidad en relaciones esporádicas a través de las cuales intenta restarle importancia y gravedad a su vida. La historia de Tomás y las historias de los personajes que lo rodean se convierten en un experimento literario en manos de un narrador cuya voz filosófica duda del valor de la vida humana y pone en tela de juicio las mentiras que los hombres crean para tratar de dar sentido a su mundo. La insoportable levedad del ser es una novela de tonos melancólicos en la cual los deseos de los personajes son en realidad ficciones frustradas, relatos escritos sobre el agua. Sin embargo, los personajes son derrotados por el peso de la levedad del ser, que los conduce a construir relatos vitales que los reconforten del sinsentido.

Altazor es uno de esos libros que cambian nuestra manera de percibir las posibilidades del lenguaje. Huidobro nos propone a través de la caída de Altazor que es también un proceso de desintegración y liberación de la palabra. Especialmente notable es el Canto VII, momento en que el verso parece liberarse del sentido y se acerca a una musicalidad provocadora, lúdica y tierna a la vez. Uno de los grandes poemas de la poesía chilena y latinoamericana.

El ser humano tiene una gran imaginación. Todo lo que nos rodea fue creado por alguien. Las palabras que usamos, la ropa que vestimos, la textura del papel que estamos tocando, las creencias que repetimos. Esto ha permitido un desarrollo espectacular de nuestra especie, pues permite coordinar el esfuerzo de millones tras un objetivo. Esta historia es contada aquí con prosa impecable.

Mientras el 23 de abril el mundo conmemora a Shakespeare o Cervantes, el 22 en Chile rememoramos al poeta Jorge Teillier. Recomiendo esta clásica y significativa antología que sostiene la cualidad principal de su obra: recordarnos un lugar del que fuimos parte, que dejamos y al que nunca más podremos volver del todo. Un ejercicio de nostalgia -casi un challenge- propio para estos días de pandemia y encierro.

Una noche un hombre y a la mañana siguiente un imputado. Esta novela de Kafka indaga en el existencialismo de un hombre que desconoce su crimen pero que debe vivir todo un proceso lleno de prejuicios y falsa compasión. ¿Como es posible que todos sepan mejor que yo lo que hice, más que yo mismo? Sin duda un libro que refleja a la sociedad enjuiciante de nuestro siglo

Descubrí este libro a través de la serie de Netflix del mismo nombre. Me alegró saber que era la adaptación de un libro que se encontraba disponible en la Biblioteca de la universidad, particularmente por medio de las Kindle.

El autor entrega un acceso privilegiado a la intimidad del protagonista, quien nos narra en primera persona toda la confusión, agonía y éxtasis, de su primer amor de juventud. Un amor de verano, lleno de contradicciones, como todos los amores, bellamente escenificado en la campiña italiana. La pluma de Aciman es provocadora y sensual, puedes saborear los duraznos del huerto de los padres de Elio, y al mismo tiempo, puedes sentir el sol, y el mar, y la brisa en la piel, y escuchar “Fenesta ca licive”, como si estuvieras en Roma, en el mejor día de tu vida.